Enric Granados

This project presents the reform of a house located in the Eixample district of Barcelona. The apartment is an elongated floor with two facades: the main one on Enric Granados street and the opposite to an interior patio. The apartment had undergone several renovations that had seriously affected the original elements of the apartment.
The project revolves around the idea of reawakening the modernist space from a contemporary point of view.

The most important decision was to design a new flooring for the whole apartment with the traditional hydraulic tile, which today is still made manually one by one. Each room has a unique design, as it was originally done, but using the same colors to unify the design.
The baseboards and moldings are also redone following the same laws as in 1900.

The interior and balcony doors where preserved and restored: moldings, handles and even the frosted upper glass. In the bathrooms, two completely opposite doors are introduced: metallic, with straight and light lines. The same proportion is used as the old carpentry to create a contrast and in this way to enhance both designs.

The original distribution has been respected, except for the rooms next to the main facades where the interior partitions have been demolished to obtain large spaces that accumulate natural light for the inner rooms. In one of these spaces the kitchen is located, with very minimalist lines and materials so that the space opts for contemporary but with the ever-present modernist reminiscence.

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Enric Granados

Este proyecto presenta la reforma en una vivienda situada en el barrio del Eixample de Barcelona. El piso es una planta alargada que tiene dos fachadas, la principal a la c/Enric Granados y la del otro extremo en un patio interior. El piso había sufrido varias reformas afectando seriamente los elementos tradicionales del piso.

El proyecto gira en torno a revivir el espacio modernista desde un punto de vista contemporáneo.

La decisión más importante fue diseñar un pavimento nuevo para toda la vivienda con la baldosa hidráulica tradicional, que hoy en día se sigue haciendo una por una a mano. Cada estancia tiene un diseño único, como se hacía originalmente, pero utilizando los mismos colores para unificar el diseño.
Los zócalos y molduras también se rehacen siguiendo las mismas leyes que en 1900.


Las puertas y balconeras se conservan y restauran: pomos, molduras y hasta los vidrios superiores esmerilados. En los baños se introducen dos puertas completamente opuestas, metálicas, de líneas rectas y ligeras. Se emplea la misma proporción que las carpinterías antiguas para crear una contraposición y de esta manera poner en valor ambos diseños.


La distribución se ha respetado la original, excepto las salas junto a las fachadas principales que se han demolido los tabiques interiores para intentar hacer un gran espacio que acumule la luz natural. En uno de estos espacios se sitúa la cocina, de líneas muy minimalistas y materiales para que el espacio se decante por lo contemporáneo pero con la reminiscencia modernista siempre presente.

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